La cadena de supervivencia ante parada cardiorrespiratoria súbita

La cardiopatía isquémica (isquemia coronaria) es la principal causa de muerte en el mundo y la prevalencia va en aumento . En Europa, las enfermedades cardiovasculares suponen alrededor del 40% del total de muertes en menores de 75 años.

En el estudio PESA (2017) , uno de los hallazgos que arroja es la alta presencia de la patología subclínica en la mediana edad (40-54 años), detectada en un 63 por ciento de los individuos analizados, todos ellos sanos sin antecedentes de enfermedades cardiovasculares.

En España, cada año 68.500 pacientes sufren un infarto agudo de miocardio , de los que aproximadamente un 30% fallecen antes de poder ser atendidos en un hospital.

Las paradas cardíacas (PC) extrahospitalarias son un problema de primera magnitud para la salud pública. Se estima que cada año se producen en España más de 24.500 paradas cardiacas, lo que equivale a una media de una parada cardiaca cada 20 minutos, ocasionando 4 veces más muertes que los accidentes de tráfico, datos significativos que reflejan la magnitud de este problema sanitario.

El tratamiento óptimo de la parada cardiaca es la resucitación cardiopulmonar (RCP) combinada con respiraciones de rescate (Soporte Vital Básico) y desfibrilación eléctrica precoz administrada por los testigos presenciales.

- Reconocimiento precoz por parte de las personas del entorno de la víctima, de los síntomas de la parada cardiorrespiratoria (PCR), y con la activación inmediata y competente del servicio de emergencias médicas (SEM).

- Aplicación precoz y adecuada de las técnicas de Soporte Vital Básico (SVB)

- Aplicación temprana de la desfibrilación externa semiautomática.



- Inicio rápido y adecuado de las técnicas de Soporte Vital Avanzado (SVA) por parte del servicio de emergencias médicas y la aplicación de los cuidados post-parada cardiaca en las unidades hospitalarias dedicadas a dicha tarea.

Muchas víctimas de parada cardiaca podrían sobrevivir si los testigos presenciales actúan inmediatamente, pero la resucitación con éxito es poco probable una vez transcurridos más de 4 minutos desde el inicio del suceso. La capacitación de personal voluntario, Socorristas de Emergencias podría ser garantía de vida para muchos de aquellos que podrían sufrir una muerte prematura.